jueves, 24 de abril de 2014

Estamos leyendo..."La lavandera", de Pepe Monteserín

 Ha ganado el XIII Premio Lengua de Trapo de Novela

La historia del poeta mexicano Manuel Acuña desde la mirada enamorada de su lavandera. ¿La literatura como quitamanchas?


A partir del suicidio del joven poeta mexicano Manuel Acuña, Soledad, lavandera de origen gallego, cuenta su propia vida y la de él percibida a través de lo que, cual detective de la ropa sucia, descubre por sus manchas. Pepe Monteserín se asoma a la intrahistoria, a la cotidianidad, para narrar el devenir de una lavandera en el México del siglo XIX y su relación de abnegación y afectos ocasionales con el malogrado poeta. Con una magistral utilización de la biografía de estos dos personajes complementarios pero contradictorios en los que confluyen los grandes y pequeños acontecimientos de la Historia, se nos habla en La lavandera de un México turbulento, exuberante, rico en pasiones y en traiciones, un México en plena revolución tanto política como cultural. Esta obra de emocionante lectura en la que Pepe Monteserín vuelve a volcar sus dotes de brillantez narrativa y pulso literario tiene tantas posibles entradas como razones para perderse en ella y en la siempre misteriosa unión de ficción y realidad que consigue la buena literatura.

lunes, 7 de abril de 2014

Estamos leyendo... "El azar de la mujer rubia", de Manuel Vicent

Como el año pasado asistimos al III Encuentro de Clubes de Lectura de Asturias y estaba invitado el autor Manuel Vicent, estamos leyendo una de sus obras que está muy de actualidad por la reciente muerte de Adolfo Suárez: "El azar de la mujer rubia"
 
Manuel Vicent vuelve a emplear con destreza la sátira como arma literaria para abordar la Transición, un periodo cercano y aún polémico.
 Érase una vez un príncipe que partía ladrillos con la mano, un simpático político de billar y una mujer rubia malherida. Con ellos la historia formó un triángulo, dentro del cual echó los dados el azar, principio y final de este relato.
 Década de los sesenta, vientos de cambio en España. Poco después de que don Juan de Borbón viese entre raciones de calamares cómo su hijo juraba los Principios del Movimiento, el cadáver del Caudillo entró bajo palio y por su propio pie hasta la tumba. Rajoy y Zapatero aún eran estudiantes. Aznar jugaba a falangista. Tierno Galván, Felipe González y Carrillo pugnaban por salir de la clandestinidad mientras el triángulo se iba perfilando para encumbrar al héroe de esta gesta. Y fue así como en el mes de julio de 1976 el rey nombró presidente del Gobierno a Adolfo Suárez, gracias a aquella chica rubia de la que todo el mundo estaba enamorado. Solo que el héroe ya no puede recordarlo.
 Manuel Vicent nos conduce de su mano a acompañar a Suárez a través del bosque lácteo de su memoria, donde los personajes, reales o imaginados, deambulan como espectros. En el camino nos habla de sueños, traiciones e intrigas; de bodas fastuosas en el Valle de los Caídos y de fusilamientos inesperados; de amores prohibidos e hijos ilegítimos. De nobleza y de azar. El azar que puso a una mujer rubia de ojos rasgados en el camino del héroe antes de que los dos se perdieran en las nieblas del olvido.
 Entre la ficción y la historia, entre los nombres de ayer y los de ahora, este juego literario creado a partir de la confusión de la memoria perdida de Suárez es un retablo de niebla, un juego político movido por el azar. Desde la posguerra hasta hoy.