lunes, 17 de julio de 2017

Participación del club de lectura "El Faro" de Llastres en la Fantabulosa Feria del Libro de Colunga


Menchu, integrante de nuestro club de lectura, leyó un escrito del ya fallecido, Orlando Carreño, muy emotivo. Orlando, poeta, era una de las personas que acudían puntualmente a la cita con la lectura, todos los jueves en la Residencia del ERA de Llastres. Le echaremos de menos.

A dicha presentación acudimos 4 personas del club y Eva, bibliotecaria de Colunga.

Fernando Fonseca, ovetense, contaba que ha tenido siempre relación con gente muy conocida de Llastres y de La Riera, precisamente. Ha escrito numerosas novelas y ensayos, participando también en libros colectivos. Es un apasionado de las palabras. Le encantan los libros "ilegibles", que aunque no se entiendan, se aman. Nos habló del misterioso escrito que nadie ha podido descifrar, ya que está en un idioma que aún se desconoce; el manuscrito Voynich. Se ha llegado a la conclusión de que este texto cumple la ley de Zipf (ley de distribución de las palabras en los lenguajes naturales). unas “palabras” se repiten más que otras, como tratando de un tema.
También habló de su famosa "lluvia de pétalos de rosa". Todo tiene una bonita explicación...



La novela que presentaba: "Apabullante Silencio Extranjero" está ubicada en la ciudad de Oviedo y está ilustrada por José Paredes. Está editada por Pez de Plata.

Cuando las palabras se agotan, nos invade un apabullante silencio extranjero. Despreciamos las palabras y éstas caen en el olvido. Las palabras mueren. Y esto es lo que ocurre en nuestra idealizada Ciudad Ajada, un territorio cuyas calles recorremos, de la catedral al mercado de La Fontana, dando cuenta del fatal desequilibrio entre la tradición y la modernidad. Caemos en la confusión, en una enigmática melancolía, y lo hacemos acompañados por unos habitantes ―los personajes de esta historia― que viven atrapados en un poético desconcierto y se ven obligados a protagonizar los inexplicables prodigios que son marca de su cotidianidad. 


Tal es el caso de una costumbre extendida en Ciudad Ajada. Los personajes se espían, se siguen y persiguen clandestinamente, en una suerte de fila india que por no tener un principio especialmente definido, tampoco tiene fin. Y nosotros, tal vez sin saberlo, formamos parte de ese círculo furtivo y callejero que recorre el casco histórico de una ciudad que ya forma parte de los sueños. Como remedio, conocemos a Verbo Paulatino ―un hombre sin importancia, un personaje inolvidable— y a su legendaria máquina de hacer palabras: La Palabrera. Al tiempo, una lluvia floral caerá sobre Ciudad Ajada para rubricar nuestra agónica realidad.

Recordaros que el club de lectura de Llastres retomará su actividad a finales de septiembre. Mientras tanto, estaremos encantados de dar la bienvenida a nuevos/as integrantes, aceptar nuevas ideas o sugerencias, o lo que se os ocurra. Queremos que este sea un club abierto a la gente, dónde reinen la participación, las tertulias y las buenas lecturas.

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